jueves, 31 de diciembre de 2020

El año nuevo


Primero que nada, aquí la que escribe, les desea un maravilloso año nuevo gregoriano! El 2020 con la pandemia nos ha resultado bastante complejo a muchas personas, pero también nos ha ayudado a ordenarnos y crecer. Espero que esté 2021 sea mucho más prometedor para ustedes. 

Sin embargo, es sólo un numero. El calendario que utilizamos actualmente, es de origen europeo y se lo conoce como Calendario Gregoriano (en honor al Papa Gregorio XXIII que a través de una bula lo institucionalizó y se extendió por encima del calendario juliano y el calendario egipcio). Existen muchísimos más, y cada pueblo originario tiene el suyo propio basado en la observación de la naturaleza, los procesos de siembra y cosecha.

Es vital entender las repercusiones del avance de las percepciones cristianas por sobre las culturas antiguas porque además de borrar identidades, como lo hace la globalización, nos des-sincroniza de las energías naturales. La percepción del tiempo no es otra cosa que una herramienta para relacionarnos al territorio y la realidad misma. Importar un calendario y extender arbitrariamente una cosmovisión nos priva, por ejemplo, de entender las energías que imperan en el hemisferio sur (verano) en este momento, entre tanta tradición importada del hemisferio norte (invierno). 

Por eso siempre les invito a acompañar los ciclos solares y lunares que son, al fin y al cabo, procesos vitales que nos influyen hasta de manera hormonal. Siéntase dueñas de su propio destino, y capaces de torcer cualquier camino. Que al final son ustedes mismas quienes construyen su futuro. 

¡FELIZ AÑO!
Con amorcito, Morella.