lunes, 14 de diciembre de 2020

Písame el pie




"Dos mozos por aquel entonces, que se llamaban Manolo y Ramón, una noche que volvían de mocear, tuvieron una visión en el camino, frente a la puerta de una casa. Vieron a la procesión entrar dentro.
Mejor dicho, el que la vio fue Manolo y, como Ramón no veía nada, Manolo le dijo: Písame el pie. Ahora no me acuerdo si era el izquierdo o el derecho, y entonces Ramón también la vio. De allí a pocos días murió del carbunco la moza de la casa, que se llamaba María. 

Antes había gente que, al pasar por algunos caminos, sentía la campanilla de la procesión de la Compaña. Entonces sabían que pronto habría un difunto. Y también al pasar cerca de una fuente o de un río, había algunas personas que sentían lamentos, como lloros, y sabían que moriría alguien pronto. Éstas eran las cosas de antes. Ahora todos los caminos están iluminados y, aunque pasen estas cosas, ya no las vemos."
En esta historia de la Santa Compaña en aldeas del municipio de Muros María José Viñas Tobío, surge un elemento que van a encontrar en muchísimos relatos y que es tema de varios libros.

La costumbre de "pisar el pie". En relación al activo/receptivo, otorgaba la posibilidad al no brujo o no vidente, el poder observar espíritus. Esta asociado a testimonios de pactos en encrucijadas, para así ver a las entidades en los cruces o ceremonias iniciáticas como los bautismos brujos de la Stregheria.